Esta pieza, rodada en blanco y negro y en 16 mm., formaba parte de un proyecto de un curso de realización de cine en el que el propio Mikel participó el pasado verano en Nueva York. El argumento del corto lo encontró, tal y como nos cuenta el autor, en un periódico newyorkino: “leí una noticia en el periódico sobre unos niños que habían muerto durante un campamento de verano, pensé en los padres y eso me llevó a pensar en el sentimiento que se te crea cuando esperas a un ser querido y lo triste y angustioso que tiene que ser no saber nada más sobre él o que no te conteste”. El corto ahonda en los sentimientos de espera e inquietud que la protagonista desarrolla al preparar una fiesta de cumpleaños a su pareja, una fiesta a la que acuden todos los invitados menos el protagonista de la misma.

Rodado en un día y montado en dos, el corto no tiene diálogos y encontró en el tema de Negu Gorriak “Itxoiten” la perfecta banda sonora de expresión para todo el minutaje.